Máxima ilusión: ha llegado el momento de recoger los frutos del trabajo duro llevado a cabo con esfuerzo y dedicación en la viña durante todo el año. 

El 8 de agosto dimos el pistoletazo de salida a una vendimia extraordinariamente temprana, marcada por la sequía y las altas temperaturas durante el periodo vegetativo, y con unos consecuentes rendimientos ligeramente por debajo de la media habitual. Como los grados de maduración de las variedades se estaban sobreponiendo entre ellos, se ha acelerado la cosecha para evitar una posible pasificación. Con todo, destacamos un equilibrio extraordinario en todos los parámetros de calidad de la uva.